Prueba de campo con una nueva herramienta para la prevención de la diarrea causada por Cryptosporidium parvum en una explotación lechera de nuestro país
laura Elvira Partida1, Carlos Carbonell2, Eduardo García Torres3, José Rego González4
(1)-Directora Técnica Rumiantes, MSD Animal Health (2)-Equipo Técnico Rumiantes, MSD Animal Health (3)-Veterinario Clínico, Grazas, Galicia
(4)-Veterinario Clínico, Galicia
La diarrea neonatal (DN) es una
de las principales causas de morbilidad y mortalidad en las terneras antes del
destete (Urie y col., 2018), siendo cuatro los principales agentes implicados: E.coli-k99,
rotavirus, coronavirus y Cryptosporidium parvum.
C. parvum causa diarrea con mortalidad y retraso del crecimiento, y se asocia frecuentemente, a un mayor uso de antimicrobianos en la recría. Una nueva vacuna frente a C. parvum permite lograr una inmunización pasiva temprana de los terneros al ingerir el calostro y leche de transición de las madres vacunadas. Esta vacuna completa la protección vacunal existente para incluir los 4 principales agentes.
Si bien esta nueva vacuna ha demostrado su seguridad y eficacia en estudios preclínicos (Timmermans, 2024) y pruebas de campo realizadas en explotaciones lecheras comerciales de los Países Bajos (Reijnders y col., 2024). En las granjas lecheras de nuestro país, con elevada prevalencia del C. parvum (LopezNovo y col., 2019 y 2025), consideramos de gran interés evaluar el resultado de complementar la vacunación frente a Rota-corona-E.coli con esta nueva vacuna en dos granjas lecheras de Galicia. En esta primera comunicación presentamos los resultados preliminares de la primera granja objeto de seguimiento.
Material y métodos
El estudio se llevó a cabo en una granja lechera española con 350 vacas en ordeño. Se incluyeron 120 vacas gestantes, entre 5-12 semanas preparto, que fueron asignadas de forma ciega y aleatoriamente estratificada en función de su número de parto a dos grupos de estudio: control R (vacunadas con Bovilis Rotavec® Corona) o vacuna R+C (vacunadas con Bovilis Rotavec® Corona y Bovilis Cryptium®). Se dejó de aplicar la metafilaxia con halofuginona (Halocur, MSD AH) en los terneros que fueron naciendo de ambos grupos. Tras el parto, los terneros se separaron de la madre y se alimentaron con al menos 3,5 litros de calostro dentro de las 6 horas postnacimiento. A continuación, los terneros fueron alimentados hasta del quinto día de vida con dos tomas de leche de transición del 2º-6º ordeño que era manejada en pool para cada grupo de estudio.
Para monitorizar la respuesta inmunitaria, se midió la concentración de anticuerpos específicos frente a los cuatro agentes involucrados (BIO K126 Bovine Rotavirus, BIO K295 E. coli
k99, BIO K392 Coronavirus y In house gP40 C. parvum) en el suero, calostro y leche de transición de las vacas, así como en el suero de los terneros entre 1-3 días de edad. Además, en este suero se comprobó el adecuado encalostrado mediante Brix y ELISA IgG.
Por otro lado, el veterinario, monitorizó la salud de los terneros durante las primeras tres semanas de vida registrando la morbilidad y mortalidad, puntuando la consistencia fecal (McGuirk, 2008). Asimismo, se pesó individualmente al nacimiento y a los 21+3 días de vida. Adicionalmente, en 10 terneros centinelas de cada grupo se tomaron cinco muestras fecales seriadas entre las semanas 1-3 de vida para la cuantificación de la excreción de ooquistes.
Para el análisis estadístico se ha realizado un primer análisis descriptivo y un análisis de T-student para la comparación de variables continuas entre grupos, usando el sofware estadístico JASP. La significancia estadística se estableció con un valor p<0,05 y la tendencia si p<0,10.
Resultados y discusión
En estos primeros resultados presentamos el seguimiento en granja de 120 madres (3 bajas, 58 control R y 59 vacuna R+C), que encalostraron 105 terneros (52 control R y 53 vacuna R+C). Un primer análisis nos permitió confirmar que no había diferencias en la distribución del número de partos y nivel de encalostrado entre los grupos
A nivel inmunológico, con la primera mitad de las muestras de cada grupo analizadas, el grupo vacunado R+C obtuvo significativamente mayores niveles de anticuerpos específicos frente a gP40 de C. parvum expresados log2 que el control (p<0,01) en el suero
preparto (16,7+1,8 vs 11,1+1,4), calostro (18,1+1,9 vs
12,9+1,5) y suero de los terneros (17,4+1,8 vs 11,2+1,3).
Por otro lado, los terneros del grupo vacunado R+C tendieron a reducir la mortalidad por diarrea (3,7 vs 13,5% respectivamente, p= 0,07) y a a ganar más peso entre 0-21 días (482,8 vs 400,2 gr/día respectivamente, p=0,06). Paralelamente, los patrones de excreción de ooquistes de C. parvum muestran un retraso en la eliminación, con significativamente menores excreciones en los dos primeros muestreos en el grupo R+C, y una respuesta más rápida a la hora de reducir la excreción; lo que posiblemente se asocie a la menor gravedad del score de diarrea de los terneros.
En conclusión, el uso conjunto de ambas vacunas logró una protección más completa tanto a nivel inmunológico, con mayor cantidad de anticuerpos específicos frente a gP40; como a nivel de salud digestivo, con tendencia a menor presencia de diarrea grave, mayor ganancia de peso y menor mortalidad. A lo que se sumó una drástica reducción de consumo de antimicrobianos en la recría al dejar de usar halofuginona de forma metafiláctica.