Mycoplasma bovis incrementa su papel epidemiológico en el complejo respiratorio bovino en España
CHRISTIAN DE LA FE RODRIGUEZ1, JUAN CARLOS CORRALES1, XOCHITL HERNÁNDEZ1, JUAN ALCAZAR2, ANTONIO SÁNCHEZ1, JOAQUÍN AMORES1, ANTONIO FERNÁNDEZ3, GINÉS LUJÁN3, DAVID DEL OLMO4, HECTOR RAMÍREZ5, ANA MARTÍNEZ-EXPÓSITO4, ALEJANDRO SÁNCHEZ5
(1)-UNIVERSIDAD DE MURCIA (2)-CARGILL SL (3)-ADS de Bovino de Lorca
(4)-JUAN JIMÉNEZ GARCÍA SAU (5)-BOS NOSTRUM SL
Mycoplasma bovis (Mb) es uno de los agentes patógenos del complejo respiratorio bovino, patología que tiene un gran impacto económico en la producción de bovinos de carne en Europa. Los datos de los últimos años, obtenidos en diversas partes de Europa o EEUU, han evidenciado un incremento de la presentación de Mb como agente causal del síndrome, si bien, se desconocen los motivos (Arcangioli et al., 2008; Caswell et al., 2010).
En el presente trabajo, se ha realizado el seguimiento clínico y epidemiológico de la presencia de Mb en un conjunto de lotes de terneros pasteros (n=12) situados en la Comunidad Valenciana y en la Región de Murcia, principalmente de origen nacional de diversa procedencia (principalmente Extremadura y Salamanca) y un peso medio de entre 200 y 300 kilos a la entrada. Son animales que han llegado sin vacunar a los cebaderos y en los cuales, se han seleccionado al azar un total de 15 individuos de cada lote para monitorizar la presencia de Mb. Para ello, se han tomado muestras de hisopos nasofaríngeos el día de llegada a los centros (t0) y semanalmente durante el primer mes de estancia (t0-t4). La presencia de la infección Mb se ha analizado utilizando tanto el cultivo microbiológico de los mismos (utilizando medios y métodos standard incluyendo el medio PH, de composición similar al PPLO) y por PCR, utilizando el método descrito por (Foddai et al., 2005). En el cebadero, a su llegada, se ha manejado a los individuos seleccionados siguiendo los protocolos de manejo y alimentación propios de cada uno de los centros. Los días indicados, además de recoger las muestras, se ha procedido por parte del staff veterinario al diagnóstico de la presencia de síntomas respiratorios (fiebre, secreción nasal, toses, etc.), al objeto de relacionar la presencia de Mb y la presentación de la sintomatología. Todas las muestras recogidas se mantuvieros en refrigeración hasta su llegada al laboratorio, siempre en un tiempo no superior a 12 horas. De forma complementaria, los aislamientos de Mb fueron tipificados mediante la amplificación y secuenciación del gen polC, al objeto de identificar diferencias entre los aislamientos circulantes.
Los resultados obtenidos, evidencian un 27% de los animales analizados ingresan ya infectados por Mb en los cebaderos, lo que discrepa parcialmente con parte de los datos ya publicados con anteriorirdad, donde este porcentaje no suele ser superior al 2% (Castillo-Alcalá et al., 2021. Becker et al., 2020). No obstante, hay lotes analizados donde no se detectaron portadores el día 0, lo que sugiere dos posibilidades: Que los animales lleguen infectados al cebadero o que, con posterioridad, se infecten con las cepas de Mb que circulan en el mismo. Así, ello podría explicar el hecho de que la presencia de Mb haya podido confirmarse en el 100% de los 12 lotes analizados a partir del t2 (15 días aproximadamente).
Al mismo tiempo, se ha registrado una sintomatología más precoz y grave en diversos lotes (n=2) que presentaban un mayor número de infectados por Mb en el t0 (86%), en los cuales entre un 34% y el 100% de los individuos manifestó sintomatología respiratoria en esas dos primeras semanas y requirió el empleo de tratamientos antimicrobianos (macrólidos y tetraciclinas, principalmente). Además, en todos los lotes se observó que el número de terneros infectados por Mb se incrementa con el tiempo (t0 a t4), detectándose la presencia del microorganismo en más del 70% de los individuos incluidos en el estudio (n=180) a lo largo del primer mes. Todo ello sugirie la importancia de estas primeras semanas de cebo en la transmisión de este agente patógeno, época fundamental para presentación del CRB, lo cual puede estar relacionado con el incremento de su papel epidemiológico en estos últimos años. El análisis molecular de los aislamientos también ha permitido evidenciar la interacción de diferentes subtipos polC de Mb, que pueden circular conjuntamente en el mismo animal y/o lote de terneros en diferentes fases del muestreo.
Los resultados sugieren, por una parte, la necesidad de establecer medidas de control en origen, al objeto de limitar el efecto que genera Mb en los cebaderos. Por otra parte, también parece fundamental mejorar la bioseguridad y el manejo de los terneros en los cebaderos, para limitar la circulación de Mb y la transmisión entre los diferentes lotes.